lunes, 7 de enero de 2019

Suspiro con el Metro
mis venas conectadas con el tiempo.
Un transborde o dos necesito
para retomar mi vida de nuevo.

En la colosal ballena metálica
todos llevamos un diferente destino.
Adentro hay mil historias de peces
que se miran unos a otros
en medio de un oscuro silencio.

Suspiro con el Metro
mientras su canto nos anuncia
la brevedad de siempre vernos
en un mismo lugar.

La velocidad aumenta con el oleaje
y mis pensamientos
pasan uno a uno
como las estaciones
que son las constelaciones
de múltiples colores
que guían mi camino
en este magnético viaje.

¡Suspiro con el Metro
en este panorama
a veces claro,
a veces oscuro!
¡De pronto muy arriba,
pero otras veces abajo!

Entonces la marea
toma su dirección,
pero yo sigo ahí,
en el centro del vagón.
Entre circuitos viejos,
entre entes que,
según dice,
también sienten.

¡Suspiro con el Metro
y su latido de acero.
Monstruo marítimo
de las cloacas
del castillo cibernético
del hombre moderno!

La imagen puede contener: tren