sábado, 22 de diciembre de 2018

Mi amor es poesía,
un verso nunca acabado
y en constante cambio.

Mi amor se respira
en la eternidad de un beso
apasionado como el vuelo.

Mi amor se encuentra en palabras
que expresan la vida, el sentimiento,
lo que somos, no lo que es anhelo.

Mi amor es un maullido 
en la noche del misterio.
Es sublime como las estrellas
que marcan nuestro momento.

Mi amor es la vía láctea
que no fue esparcida en tu universo;
sino que reposa en el interior
con el profundo silencio.

Mi amor ni aquí, ni allá contigo.
Él está en el pensamiento,
en lo que somos como individuos.

Mi amor, no soy tuyo
ni somos dos;
somos tú y yo,
con ese espacio que nos hace
tan perfectamente distintos.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Escucha los versos de tus pasos
esparcirse por todo el espacio;
no es la algarabía del exterior
la que te llama en esta ocasión.

Eres tú, tu misterio interno,
esa historia escrita con anhelo
entre cada rima, cada noche de desvelo.
Esa soledad que expande el silencio.

Por eso el goteo de las pisadas
que han construido tu camino
se percibe en toda dimensión.
Es como un extenso poema
el continuar sin miedo:
En cada estrofa un nuevo destino,
en cada letra la posibilidad del tiempo.

Que la tinta derrame todo tu ser
pues hay en ti un infinito por ver.

martes, 4 de diciembre de 2018

Mientras medito entre las hojas
encuentro de nuevo
la sensación de mi mano
que se había perdido entre recuerdos.

El viento sopla con consuelo,
aunque es mi corazón
el que late con anhelo
de reconocerme sin miedo.

Todas las hojas se marchitan
a mi alrededor,
pero mi espíritu bebe con ardor
el sonido rugiente del presente.

Aquí estoy,
no hay otro,
tan sólo yo,
mi sombra y el pasto.
Siempre uno conmigo
aventurándome al destino.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

La poesía vuelve a mí
cuando el tiempo es extraño.
Sus cálidas alas me rodean
para no perder ningún sentimiento.

La poesía entiende mis dolores
y también mis alegrías.
Si ella ve que me empiezo a enamorar,
me suelta como un avecilla para volar.
Si observa que la caída es inminente
se arroja hacia mí para atraparme
y alzarme al nido donde he de renacer
una y otra vez, entre versos de noche.

La poesía me inspira, me hace fuerte
pese al llanto y al suspiro ausente.
Ella no duda que un día
pueda esa vida conquistar:
Que en mi alma entre y salga sin cesar
el poema y su belleza sin igual.

martes, 20 de noviembre de 2018

Con certeza la pluma escribe mi nombre
tan sólo mi nombre
en la inmensidad blanca de la piel.

Un solo nombre que aún cree
que el tenerte no significa verte,
que el verte no es mi muerte
y que mi muerte no es no quererte.

Aquí estoy, solo entre las letras.
Veme danzar con las palabras
llenando la hoja con mis deseos.
Ésta es mi máxima:
soy yo con la plenitud de mi alma.

Incluso si la tinta se gasta,
mi nombre se ha de poner
mil veces sobre el viento, sobre el fuego,
en las estrellas y en mi cuerpo.
No pidas que sea clemente con tu recuerdo
porque nuevamente he volteado a mi centro.

domingo, 11 de noviembre de 2018

En una noche
mi cuerpo podrá ser placer
de tu insaciable boca de hombre,
pero al amanecer
mi vida estará otra vez libre.

No creas que mi mente
puedes poseer
por un instante mirarme fijamente.
Dudo que mi piel extrañe
las caricias de un ayer
tan efímero como tu sed.

Escucha mis alas desplegarse
en cuanto el sol toca nuestras frentes.
Yo soy a la poesía
y la poesía es aquella que poseían
mis labios
en cada beso, abrazo, palabra y bocanada
cuando a tu cuerpo se acercaban.

Pero ahora vuelo con el verso
para bordear
suavemente el viento
y así acariciar
esta vida que me mira.

viernes, 12 de octubre de 2018

Busco en tus labios
la cripta del deseo
radiante de tus besos,
perdidos en un lejano tiempo.
Aunque sólo en la oscuridad encuentro
respuestas de este sentimiento,
pues a la luz del día debo
vivir con este tono azul
que separa mi boca
de tu boca que evoca
la época de la leche eterna
cuando manaba dentro del cuerpo
y se transformaba en sabiduría
para besar a través de la poesía.

martes, 2 de octubre de 2018

Después de todo no estoy solo en este mundo,
el lobo me entiende con su llanto nocturno.
Él se entrega a la luna con su áureo aullido,
luego vuelve a ser el más astuto y temido.

Después de todo no estoy solo en este mundo,
me entienden la lluvia y su eterno sonido;
convierten al tiempo en canto melancólico,
luego del suelo se elevan sin ningún miedo.

Después de todo no estoy solo en este universo
me tengo a mí para escribirme los más extraños versos.
Un felino que pierde vidas, mas no la visión.

Alzar los brazos, descubrir que también puedo.
Ésa es la misión.
Escribir lo que siento y ser eterno.
Ésa es la ambición.
Que se note mi rugido que quiebra mis reglas.
Aquí mi decisión.