sábado, 28 de abril de 2012

La cacería perfecta


Tanto se odian por influencias de otros, que no piensan en ellos mismos,
suele pasar que conocemos el ajedrez sólo como un tablero.
Es una cacería sin saber siquiera a quién mataremos y porqué lo hacemos,
es un verdadero conjuro el que nos manden odiar a un mundo talvez lleno de paz.
Se parece a un capitán que te manda a torturar
a un amigo que te cuenta el final, mas no el problema del mar.
Tú decides, entonces, enfrentar y subestimar,
comienzas una guerra sin saber la verdad,
matas tu tiempo pero no penetras en la herida.
Es tanto el cierre de tu vista que no vez el principio de la amistad,
pendiente estás de la debilidad, más sin embargo, encuentras la bondad.
Tomas las armas y no sabes disparar,
si en verdad dices conocer el agua, ¿porqué no te neutralizas y pacificas?
Vives a la par la vida de alguien más
y te susurran que es la maldad encarnada, pero sólo es un humano;
sucede que no entiendes que también tiene sueños,
sucede que no captas la maldad,
pero una maldad de aconsejar
que quien tú vez como enemigo mortal
es un problema de tu otra amistad,
y que tú puedes comenzar otra verdad.

 “Ve al sol como una estrella enorme, ve a un humano como otro continente”

viernes, 27 de abril de 2012

A través de un cuaderno


¿Quién imaginaria qué es lo que se encuentra a través de un cuaderno? Un lápiz puede ser el maestro, una goma puede ser el pizarrón y un alumno puede ser el gis.

A través de un cuaderno hay más que sólo palabras o números que reflejan la sabiduría, hay lágrimas que han caído en la hoja, en donde la desesperación no existe ni por un motivo. Existe más que una fórmula o un problema de física, existe la sangre de alguien que tiene miedo a tener una enfermedad mortal, pero tiene que estudiar.

Existe una esperanza por estar en el cuadro de promedio, para poder reencontrar a esa persona que no dejan ver; también, se encuentran rastros de la decepción al ver que el favorito del maestro ha vuelto a sacar 10 por el arte de copiar. No sólo tiene hojas blancas, no, estas pueden tener un olor de la perdida de un familiar, y por el contrario, tener que ganarse el 10 del examen de mañana.

La portada color rosa y colorida quisiera ser una portada negra y desanimada por el dolor de dejar a esa persona que extrañas de verdad, sin embargo, es necesario que esta sea así, por tener un punto más que disfrutar. 

En el exterior, hay más que ese forro bonito, hay una madre que se está muriendo. Y por tanto, el límite no es un examen que esté pegado en las hojas, presumiendo aquel 10; porque no existe límite para el que no tiene apoyo económico y no tiene el privilegio de jugar.

A través de un cuaderno, mi querido profesor, lo máximo no es la excelente creatividad, pues ahora apenas comienza el dolor de la discriminación por ser diferente. Un cuaderno tiene muchos escritos, pero poca energía para vivir sin comida; y sin embargo, nunca se pierde la meta de obtener un 10.




             “Mientras el maestro enseña, tú das forma al conocimiento”

sábado, 14 de abril de 2012

Respuesta por el mundo


Ahora me encuentro caminando por algunas de las capitales “más importantes del mundo”:
Berlín, Londres, Paris, Madrid, y sí, en especial el Distrito Federal.

Pasaba por las calles del D,F contaminadas, sucias y con esa gente deshonesta, (pero ese no es el objetivo en esta lectura), quería responder una duda que ha surgido desde principios del humano; entonces me detuve en una tienda y pregunté:

-Disculpe señor ¿es verdad que la belleza exterior es más pura y resistente que la belleza interior?-

El mexicano quedó sorprendido (no sé si pensó que estaba loco) por lo que no contestó a mi pregunta; y entonces fue que así viajé a otro país (talvez en esos países desarrollados sepan la respuesta). Y bien, se preguntarán ¿cómo es que viajo o con qué dinero? (es mi deber responder toda pregunta que salga), y es que la imaginación vuela más de lo que se imaginan.

Fue así que llegué a mi segundo destino, París, y entré a una perfumería muy elegante. En ella hice la misma pregunta al vendedor, sin embargo, parecía que el francés no tenía la respuesta, al parecer ni la ciudad del amor tenía la solución a mi problema.

Fue así que viajé a tierra alemana, tal vez ellos podían dar respuesta a mi duda. Una vez más  hice mi pregunta y el alemán no supo contestar, por lo que me fui de ahí.

Ahora mi próximo destino era Londres. Llegué al Big ben y le expresé a un hombre mi duda. pero el inglés ni caso me hizo y se fue. 

Pensaba que ya era inútil ir a Berlín y preguntar, pero aun así fui.

Caminaba y caminaba, sólo veía a esas parejas tomadas de la mano, parecía que sólo yo no sabía la respuesta, o en verdad no se ponían a pensar en ella, pero pese a esto, estaba seguro de algo; y es que aunque no sepa la solución a mi duda, lo que sí sé es que yo quiero a mi pareja por lo que es su interior y no por la belleza exterior que es como una rosa pasajera.

En ese momento el SOL salió y los rayos tocaban mi cara con fervor…

“Si buscas la belleza, busca la interior, no la exterior que te hará posesivo”

domingo, 8 de abril de 2012

Mi mundo


Cómo recuerdo ese día, pensaba que había alguna esperanza en este mundo, pero las olas ya estaban secas, podía ver a través de los bosques, ya no había árboles.

El equilibrio se estaba acabando poco a poco, las burbujas que usaban para anuncios publicitarios ya no se veían en la calle, la gente moría, parecía que les habían lanzado con un arco varías flechas. La tierra estaba cubierta de sangre, las parejas ya no podían vivir en dobles, la oscuridad reinaba completamente, y no me refiero a la noche, yo me refiero a los sentimientos de los humanos.

Ya no había nada de luz, solo algunos humanos la tenían; el reloj de arena parecía nunca acabar y ahora quería vivir en un sueño mío. Las nubes ya no eran blancas, ahora tenían el color gris de esa contaminación; las casas con candado, ya no había paz en ningún lugar.

La nieve caía cuando quería, ya no tenía un momento fijo, el fuego era cada vez más repentino y el hielo se iba hundiendo con decepción.

-Yo me voy a cambiar-Me dije preocupado.

Comencé a pensar en mi propia forma de huir, quería un mundo grande, algo dulce, sin disparos de gente tonta, yo quería ir a otro mundo.

Cuando salí de casa era todo un laberinto, pero aun así, no me quería reflejar como un espejo con esa gente. Veía a las parejas besarse con hipocresía, el amor que alguna vez creó Dios, ellos lo habían extinguido por completo. Los pequeños animales estaban solos y muriendo lentamente.
  
El sueño ya no era una cuestión de descanso, sino de problemas y conformismo, daba vueltas y vueltas pero sólo veía la misma porquería de humanos. Todos se peleaban para arreglar problemas, se desangraban y el ganador presumía su “fuerza”. Me movía, pero no había salida; en ese momento regresé a mi casa.

-Vaya que muerte hay allí afuera-me dije con cansancio.

Me recosté y un resplandor salió en ese momento, se borraban entonces las imágenes que había visto. Estaba flotando hacía otro mundo.

Una gran tormenta azotaba ese mundo nuevo, la niebla subía pero tenía un olor fresco.

-Es el poder de mi mente-Dije seguro.

El tiempo no parecía pasar en ese lugar, ese mundo parecía un escudo, las flores eran hermosas: tenían un olor natural. No veía armas, ni una espada por lo menos, y extrañamente había truenos, pero reinaba el silencio, no había ni un solo grito de miedo.

-No es una ilusión, ahora puedo estar lejos de esos hipócritas, tontos, asesinos. Aquí no se escoge una pareja por el físico, sino por los sentimientos, nadie se subestima y puedes tener la atracción sexual que gustes-.

En ese momento desperté, parecía que había saltado. Se oían gotas de lluvia afuera.

-No era un sueño, era un viaje por mi mente; tengo que regresar a ese hermoso bosque.

Salí de mi casa y dejé que el agua cayera sobre mí, en la calle sólo estaba mi sombra.

-Yo y  mis ideas locas-.

El viento soplaba fuertemente en mi cara, parecía que estaba volando en lugar de caminar.

-Soy libre-Me dije mientras veía al cielo y sentía las gotas de la lluvia mojando mi rostro.

Mi mundo


Cómo recuerdo ese momento, yo iba volando con unas alas hermosas de ángel, el viento tocaba mi cara y sonreía, era libre de cualquier sombra, bajaba al agua para contemplar el hermoso paisaje. Había un bosque verdoso y lleno de gotas por esa fresca lluvia de ayer.

Pensaba que era hora de saltar, pues quería tocar el pasto húmedo y tierno. Sabía que nada de esto era una ilusión, en todo lugar había silencio y tranquilidad. En ese momento comenzó a llover y a caer truenos.

Fuí a esconderme a una cueva y encontré una hermosa espada. Raramente terminó de llover y las flores crecieron, esta vez, más lindas que antes. Vuelvo entonces a caminar y extrañamente encuentro un escudo tirado, tomé el escudo y seguí disfrutando el paisaje por horas, parecía que aquí el tiempo jamás pasaba.

Tenía ganas de correr, gritar, jugar, tenia el poder de la libertad. La niebla se alzaba por la lluvia tan inmensa que había caído, pero una tormenta nuevamente comenzó a descender.

-Ya había llovido-me dije extrañado.

Sin ninguna razón, mi cuerpo empezó a flotar, el bosque comenzó a borrarse poco a poco. Un gran resplandor iluminó todo y terminó la tormenta.

Estaba entonces en un lugar vació, mi cuerpo bajó y comencé a trasladarme en ese espacio blanco, sentía una pelea contra la desesperación por encontrar algo. Daba vueltas y vueltas, pero no había nada, decidí entonces controlar esa desesperación, por lo que caminé tranquilamente, pero me dio sueño y me acosté.

Poco después oí una canción muy cerca de mí, así que desperté y corrí hasta ese sonido, entonces encontré un pequeño, pero hermoso violín; me agaché para tomarlo y al fijar mi mirada abajo, vi cómo me reflejaba completamente en el suelo. Cuando levanté la mirada vi el comienzo de un extenso camino, me refiero a un laberinto enorme; tomé el violín y entré en dicho lugar.

Después de tanto caminar llegué a un lugar con muchos edificios, carros y gente; parecía ser una ciudad. Ahora me daban ganas de retornar al lugar blanco y solitario.

A lo lejos se oían disparos de asaltantes y policías, por el comienzo parecía que no había nada dulce en ese mundo. Vi un mapa de ese lugar (parecía una guía), seguí caminando y la gente parecía creerse grande junto a mí, entonces un señor me gritó:

-Ey niño, toca una canción con tu violín.-

Toqué como pude el violín, cuando acabé la gente comenzó a reírse, habían cambiado completamente.

Los ignoré y seguí caminando, pero me sentía congelado y a la vez caliente (de furia); parecía que esas risas me habían lastimado de alguna forma. Comenzó a nevar y a lo lejos oí una voz francesa que decía J´en ai marre, por el poco francés que sé, parecía decir “Estoy harto”.
Entonces me dí cuenta que esas palabras definían mi estado de ánimo, y pensé:

-Si toco diferente el violín, es mi forma de ser, eso representa mi mundo.

Me levanté, y entonces dejó de nevar, salió una gran nube hermosa, y otra vez me dio sueño; sin embargo no tomé en cuenta mi estado físico y seguí caminando.

Adelante estaban haciendo una construcción, había mucha arena; bueno, almenos parecía que me iba acostumbrando al mundo, creo que veía todo con gran luz. Pero en ese momento, sin darme cuenta, me dieron un balazo en mi pecho, comencé a ver doble a la gente; poco a poco desangraba más, una oscuridad absoluta nubló mis ojos.

Tras esto sólo escuché a auto con un ruido extraño, sentí que dos personas me levantaban de esa tierra donde mi sangre se derramaba.

Tiempo después desperté y parecía que dos flechas se habían clavado en mí.

-Voy a vivir, voy a ser feliz, tengo que regresar a mi mundo-Dije con las pocas energías que me quedaban.

En la ventana, a lo lejos, veía burbujas que subían lentamente desde abajo.

-Quisiera sentir el agua en contacto con mi cuerpo-me dije tranquilamente.

Pensaba  que no había equilibrio en este mundo, mientras tanto sentía a la muerte atravesando mi cuerpo, aun así, tenía una gran sonrisa.

Ahora estaba muerto, oía una gran ola muy cerca de mi, me atreví a abrir los ojos y estaba una vez más en mi mundo.

-Vaya otra vez soy libre,ahora puedo ir y hacer lo que quiera.

Vi en el suelo el escudo y la espada que había guardado anteriormente.

-Ahora ya no tengo miedo de nada, soy fuerte mentalmente.-

Corrí al mar y me aventé sin ningún temor.

martes, 3 de abril de 2012

Esa canción me habla

Me dirigía al colegio y ya iba saliendo de la estación en donde está mi escuela. En el camino estaba escuchando música con mis audífonos, y también pensaba en todos los problemas que a mi vida atormentan.

Pensaba en que ya no tenía dinero para continuar estudiando, pues mi mamá, la única que me sustenta económicamente, está enferma y ya no puede continuar en sus dos trabajos, lo que me obliga a abandonar la escuela por no tener dinero para los pasajes, los materiales, y sobre todo, para la comida. El lugar en donde vivimos no es nuestro, pagamos una renta, y si no consigo un trabajo, entonces quién sabe a dónde tengamos que ir a vivir.

Me entristece mucho dejar la Universidad, mi carrera es mi pasión, pues le pongo cuerpo y alma a todo lo que veo y me dejan en clase, realmente quería cumplir mi sueño: ser un reconocido escritor, uno que pudiera darle voz a todos los que no solemos ser escuchados.

Pensaba todo esto en mi camino mientras la música continuaba sonando en mis oídos, cuando de repente, pensé: "¿Y si me suicido?". Realmente ya no veía un motivo en la vida, no había inspiración en mi existencia, sé que mamá moriría en cualquier momento y sería peor seguir viviendo, pues no tendría a alguien por quien luchar, simplemente muerto mis problemas tendrían un fin sin sufrir.

¡Está decidido entonces!, ya no quiero vivir más y prefiero no saber de mí a estar en existencia y sintiéndome impotente de no poder darle una vida mejor a mi mamá y de no haber podido lograr mi sueño. Ya lo tenia todo planeado, el día, el modo y la manera en que me daría muerte, también ya tenía la despedida para mi madre.

Todo esto cruzaba por mi mente, cuando en ese momento, los tambores de la canción que escuchaba empezaron a sonar de una forma tan armoniosa, que incluso, mis pasos iban a su ritmo... Entonces, de repente, los tambores y el sonido se detuvieron al mismo tiempo que bajé de la banqueta, me quedé estático unos segundos y de pronto unas palomas volaron de lo alto de los árboles y pasaron justo encima de mí, la música volvió a tomar vida. En ese momento una sonrisa enorme salió de mi tristeza para convertirse en un bello momento de felicidad. 


Biblioteca "Antonio Caso" de la Facultad de Derecho de la UNAM. Distrito Federal, México.

domingo, 1 de abril de 2012

Por esa noche

Habían sido ya varias veces que me habían asaltado debajo de aquel puente, tenía que pasar por el todos los días para ir hacia casa, pues era el único camino.

Todas las noches significaban arriesgar mi vida, unas veces me asaltaban con palos, otras con navajas y hasta con armas; yo siempre entregaba mis cosas. Pero esta vez tenía bastante miedo, porque ya me habían robado todo,  por tanto ya no tenía nada por dar y tenía miedo por lo que me pudieran hacer.

Venía de regreso en el Metro, me subí al vagón y al llegar me percaté que ahí estaba un ex compañero de la preparatoria, y el cual vivía muy cerca de mi casa. Sinceramente no recordaba su nombre porque realmente nunca nos dirigimos la palabra, aun cuando íbamos en una clase juntos y teníamos amigos en común.
Pese a eso, se notaba que él ya me había reconocido, porque le daba pena voltear hacia donde yo estaba.

Examinándolo bien, deduje que estudiaba odontología por el uniforme blanco que traía, además de que traía una caja de utensilios. También noté que llevaba un celular costoso y unos audífonos atractivos, lo que se me hizo extraño, pues si el vivía cerca de donde yo vivo, entonces también tendría que cruzar aquel puente donde asaltan, ¿acaso no lo asaltaban a él?.

Íbamos ya por la estación San Lázaro, yo al igual que él no procuraba voltear a verlo porque me daba pena, pero en ese momento no pude evitarlo y cuando lo observé, él estaba haciendo una llamada.

-Papá, ya voy en San Lázaro para que vengas por mí-Indicó a su padre.

Entonces ya lo entendía todo, era obvio que a él no lo asaltaban porque su papá lo iba a recoger, y lo más seguro, era que iba en carro. En ese momento mi situación económica atacó mis sentimientos, me puse a pensar en las diferencias que él y yo teníamos en ese aspecto.

Pensé:
Yo voy en una carrera que no me demanda tanto económicamente, aunque hay veces en las cuales me quedo sin comer por comprar lo que raramente me piden. Vivo sólo con mi mamá y no tenemos carro, aunque quisiera que fuera por mí, ella no puede porque recién regresa del trabajo y yo no tengo ni celular para avisarle dónde voy.
Es evidente que no tengo dinero para tomar un taxi desde el metro hasta la casa, esto porque ya no llevo dinero de regreso, y por tanto tengo que caminar diario por el puente peligroso el cual todos evitan cruzar.

Él por su parte estudia una carrera un tanto más costosa que la mía, esto porque tiene que comprar todos los utensilios que piden. Se nota que come bien, porque eso demuestra su cuerpo, tiene un celular costoso con el que puede comunicarse con su papá para que vaya por él, y esto seguramente es todos los días.

Después de pensar en mi triste realidad, llegamos a la estación en la cual ambos bajamos.
Descendimos al mismo tiempo, yo tenía mucho miedo por lo que me fueran a hacer en esta ocasión, puesto que no tenía nada para entregar.

Mi ex compañero se fue por otro lado, mientras tanto yo por miedo iba caminando hacia la salida a paso lento. Llegué entonces a las escaleras, las bajé muy despacio, y al estar completamente abajo, el corazón me empezó a latir de miedo, el cuerpo me temblaba, bien sabía yo que podía ser mi último día vivo y estuve a punto de llorar por eso, pero me resistí y caminé lentamente hacia el puente, cuando de repente, sentí una mano en mi hombro... Mi cuerpo saltó un poco, mi estómago se contrajo, pensé que ya me iban a asaltar, voltee para ver quién era y cuando lo hice alguien me dijo:

-Oye ¿no te quieres ir conmigo en carro para que no cruces el puente?-Era mi ex compañero quien me había tocado.
Vi a su lado y estaba su papá estacionado y esperando mi respuesta. Entonces comencé a llorar porque mi vida estaba a salvo por esa noche.



El puente que se ve al fondo de la imagen es el mismo puente al que hago referencia en este relato.
Estación Villa de Aragón. Distrito Federal, México.

Revista Tertulia: Revista Tertulia No 1

Hola lectores queridos, esta entrada especial se debe a que la revista "Tertulia", cuyo formato es electrónico, aceptó y publicó dos de mis escritos. Estos son "La otra vida" y "Antigua oración por tú y yo", en cuyas páginas de la revista son las pp.26-29 y p. 36 respectivamente.
Espero sea de su agrado esta revista, pues considero que es una expresión importante de la cultura de nuestro país.
¡Gracias por su atención!


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