viernes, 17 de febrero de 2012

Forma extraña

En mi camino hacia la escuela agarré un buen asiento. A lado de mí estaba un chico que iba acompañado de una niña y una señora, ellas estaban sentadas justo enfrente de mí.


La pequeña iba dormida, y en sus pies tenía un juguete en forma de casa enorme, de esos que las niñas de su edad usan para jugar a las muñecas.


Empecé a leer sin prestar mayor atención a los individuos con los que compartía asiento; aunque no lo niego, el tipo de a lado era bien parecido y en sus ojos habitaba la mirada más alegre y pura que jamás hubiera visto.


Pasaban entonces las estaciones, llegamos a Niños héroes y percaté algo extraño del tipo de a lado, lo miré de reojo y vi que con sus manos manchadas de colores, intentaba sacar algo de una bolsa que tenía.
Tras unos minutos logró su objetivo y entonces sacó una tabla de madera, de esas que se utilizan para hacer maquetas, sólo que esta era pequeña.


En ella había una masa de plastilina color verde, él entonces tomó una especie de palo pequeño hecho de plástico y comenzó a formar figuras de diferentes tipos.


Por pena, y sin querer verme como la demás gente que lo miraba de forma extraña, continué leyendo mi libro, pero no podía aguantar mi interés y admiración por aquel chico, por tanto lo volteaba a ver de vez en cuando.


Formaba figuras pequeñas de todo tipo y en poco tiempo, desde marcianos, soldados, y hasta lunas o soles.
En ese momento la pequeña despertó y vio que su familiar hacía una figura en especial.


-¿Ya viste que Roberto está haciendo algo mamá?-La niña decía señalando a su hermano.


-Sí hija, pero no lo interrumpas, parece que está muy concentrado en eso-La señora decía mientras hacía una sonrisa, expresando guardar algún secreto.


Roberto también sonreía algo extraño.


El interés de la menor la hizo acercarse frente al escultor y le preguntó:


-¿Qué es hermano?-Iba a tocar la figura, pero...


-No Marlen, no lo toques o lo deshaces. Es un secreto, no te puedo decir lo que es-Decía el chico, sin dejar de ver lo que creaba.


La niña parecía entender algo, así que se puso a jugar con su casa de juguete, mientras su hermano continuaba la obra de arte.


Pensé en lo bonito que sentiría la pequeña al recibir la figura que le creaba su hermano, fue tanta mi ternura que ya hasta me daban ganas en que me hiciera una figura también a mí.


Llegamos entonces a la estación Coyoacán, y Roberto no paraba en hacer la escultura; mientras tanto yo ya me había cansado de leer, y cuando quise guardar mi libro, se me cayó justo a lado de Marlen.


Ella amablemente lo tomó y me lo dio diciendo:


-Pregúntale a mi hermano qué forma hace-


Quedé pasmado ante tales palabras, que no supe cómo reaccionar.


Roberto entonces sonrió con ternura y dijo:


-Él ya sabrá lo que es Marlen, entrégale su libro-


Me lo devolvió y le agradecí su acción, pero no me quedaban claras las palabras de él.


Volteé discretamente a ver lo que hacía el chico, y era una especie de Sol con una espiral adentro, pero no sabía a precisión lo que era.


Arrancamos entonces de la estación Miguel Ángel de Quevedo, ya faltaba poco para bajarme, y en uno de esos momentos de inercia, vi el papel donde vienen las estaciones de la línea, especialmente la de Copilco.
Observé su símbolo y entonces como un impacto a la mente ¡lo relacionaba todo!


Rápido giré mi vista a la figura que tenía Roberto en la tabla, y era justamente el símbolo de Copilco.
Ya llegábamos a mi parada y rápidamente tomé mis cosas para descender, pero en ese momento él me tomó del codo y me dijo:


-¡Espera!... Esto es para ti-Me daba la figura, mientras sus lindos labios y ojos mostraban una expresión de alegría y sinceridad.


No sabía qué decir, tomé el regalo y con tono muy feliz le dije:


-¡Gracias!, es algo increíble. Créeme que lo conservaré-


Bajé rápidamente del vagón, pues ya iban a cerrar las puertas, y mientras lo hacía, recordaba la sonrisa misteriosa de la señora, la petición de Marlen y las palabras de Roberto.


Las cosas entonces tenían sentido, ellos ya sabían de esto, pero, ¿cómo sabían que yo me bajaría en Copilco?
Me preguntaba mientras veía (ya fuera del vagón), el obsequio que el chico me había dado, cuando entonces no quise quedarme con la duda y estuve a punto de entrar de nuevo al carro, sin embargo, en ese momento se cerraron las puertas justo en mi cara


Empezó entonces a arrancar el metro y Roberto con su mano y una sonrisa me decía lentamente adiós, mientras yo volvía a ver aquella figura tan hermosa que me había dedicado.



Símbolo de la estación Copilco, línea 3 del Metro. México, Distrito Federal.


Estación Copilco de la Línea 3 del Metro. México, Distrito Federal.

2 comentarios:

  1. Hola Clement que tal. Que linda historia. Ahora yo soy asi medio ignorante. Que significa ese signo del espiral con el sol. Es una tradicion de Mexico, una especie de creencia religiosa, algo que creian los pueblos originarios.
    Bueno eso. Te mando un abrazo y que andes bien. Chau

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    1. ¡¡Gustavo!!, por andar releyendo este cuento mío vi tu comentario, el cual jamás había percatado. Te pido una enorme disculpa si después de tanto tiempo te respondo.
      La imagen simboliza a una especie de "dragón" de agua que se va enrollando en el Sol, me parece que tiene raíces mexicas.
      Un gran abrazo.

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