miércoles, 28 de noviembre de 2018

La poesía vuelve a mí
cuando el tiempo es extraño.
Sus cálidas alas me rodean
para no perder ningún sentimiento.

La poesía entiende mis dolores
y también mis alegrías.
Si ella ve que me empiezo a enamorar,
me suelta como un avecilla para volar.
Si observa que la caída es inminente
se arroja hacia mí para atraparme
y alzarme al nido donde he de renacer
una y otra vez, entre versos de noche.

La poesía me inspira, me hace fuerte
pese al llanto y al suspiro ausente.
Ella no duda que un día
pueda esa vida conquistar:
Que en mi alma entre y salga sin cesar
el poema y su belleza sin igual.

martes, 20 de noviembre de 2018

Con certeza la pluma escribe mi nombre
tan sólo mi nombre
en la inmensidad blanca de la piel.

Un solo nombre que aún cree
que el tenerte no significa verte,
que el verte no es mi muerte
y que mi muerte no es no quererte.

Aquí estoy, solo entre las letras.
Veme danzar con las palabras
llenando la hoja con mis deseos.
Ésta es mi máxima:
soy yo con la plenitud de mi alma.

Incluso si la tinta se gasta,
mi nombre se ha de poner
mil veces sobre el viento, sobre el fuego,
en las estrellas y en mi cuerpo.
No pidas que sea clemente con tu recuerdo
porque nuevamente he volteado a mi centro.

domingo, 11 de noviembre de 2018

En una noche
mi cuerpo podrá ser placer
de tu insaciable boca de hombre,
pero al amanecer
mi vida estará otra vez libre.

No creas que mi mente
puedes poseer
por un instante mirarme fijamente.
Dudo que mi piel extrañe
las caricias de un ayer
tan efímero como tu sed.

Escucha mis alas desplegarse
en cuanto el sol toca nuestras frentes.
Yo soy a la poesía
y la poesía es aquella que poseían
mis labios
en cada beso, abrazo, palabra y bocanada
cuando a tu cuerpo se acercaban.

Pero ahora vuelo con el verso
para bordear
suavemente el viento
y así acariciar
esta vida que me mira.