Tragicomedia amorosa
Personas que hablan:
Lobo cuentista del D,F
Lobo cuentista del D,F
Apócrifo
Arlequín
Venus
A
JORNADA PRIMERA
Esto que he de contar
aconteció en un día en el que la luz de la Luna pintó, con su misteriosa luz,
al Palacio de Bellas Artes. Desde hace ya días la ciudad se había vista
envuelta de sucesos en suma extraños y dignos de vivirse en estos tiempos tan
difíciles en la sociedad; uno de ellos, el incendio interno del Metro.
En fin, que es momento ya
de empezar con esta pequeña tragicomedia amorosa que espera ser más criticada
que valorada.
(Enfrente de Bellas Artes un LALO,
un CUERVO y uno que de la Luna es TACHAS; al mismo tiempo, en la plancha del
edificio, dos lobos un tanto alejados y un ARLEQUÍN en medio de ellos.)
Arlequín: ¡Prestad
atención caballeros
al duelo que ante la Luna
al duelo que ante la Luna
se llevará hoy a cabo frente a todos!
(Empieza el especial)
Lobo cuentista: ¿Quién
gozoso
es aquel que se
postra
ante de la Luna,
su cara,
y aguarda aquí
vergonzoso?;
¿eres lobo,
acaso?,
porque es tu cuerpo
porque es tu cuerpo
algo que en tanto
tiempo
yo nunca antes vi
tan deforme,
sin querer decir nada sublime;
sin querer decir nada sublime;
¡Revela lo que
guardas cara de sapo!
Lobo Apócrifo: Insultos
mandas a mi persona,
mas has de saber
que igual soy a ti, sólo que sin soberbia bana.
mas has de saber
que igual soy a ti, sólo que sin soberbia bana.
Por Apócrifo me debes de
conocer,
pues creador de sonrisas
es al que querías ver.
pues creador de sonrisas
es al que querías ver.
¿Que cómo tú te llamas?,
dices ser el verdadero lobo
y ni un centavo a las damas das.
dices ser el verdadero lobo
y ni un centavo a las damas das.
Por eso ellas ya te
creen bobo
ante mis poesías,
que verdaderas son porque yo las bebo.
ante mis poesías,
que verdaderas son porque yo las bebo.
(Enojado contesta el Cuentista)
Lobo Cuentista: Aquellas
palabras que porfías,
banales son ante mí, Apócrifo;
banales son ante mí, Apócrifo;
pues te conozco, espejo
de las fieras.
Creíste que a mí, insigne
elfo
que nunca maneja la traición,
¿podrías enmudarme, maldito grifo?
que nunca maneja la traición,
¿podrías enmudarme, maldito grifo?
Pensaste mal, y por mi
corazón,
te reto, para que se sepa la verdad,
a un duelo sin traición.
te reto, para que se sepa la verdad,
a un duelo sin traición.
El tema, fácil es si
manejas sinceridad;
es amor junto con su pasión,
y de lo que sentimos, sin entrar en falsedad.
es amor junto con su pasión,
y de lo que sentimos, sin entrar en falsedad.
Lobo Apócrifo: Que así sea
lobo,
pues de amores yo sé más,
ya que yo conquisté musas de allá,
por eso soy caballero, mas no bobo.
pues de amores yo sé más,
ya que yo conquisté musas de allá,
por eso soy caballero, mas no bobo.
(Fin de la primera jornada)
JORNADA
SEGUNDA
(Los lobos se acercan hasta ponerse muy de frente. Los amigos siguen
viendo lo que sucede desde el fondo del escenario)
Lobo Cuentista: Amor es ella
que en una sola letra
en amores inflama palabra;
ella es de mi latido razón más sencilla.
que en una sola letra
en amores inflama palabra;
ella es de mi latido razón más sencilla.
Lobo Apócrifo: Amor es lo que padecí
por los tres astros
que son sueños exquisitos,
pero que jamás pensarían en mí.
por los tres astros
que son sueños exquisitos,
pero que jamás pensarían en mí.
Lobo Cuentista: Es el amor
lo que llevó a mi pluma
componer la flama
de lo que hoy ella lee con fervor.
Lobo Apócrifo: ¿Eso?; verdadero amor
es verles y callarme,
ante fuerte empalme
de personalidades que son dolor.
lo que llevó a mi pluma
componer la flama
de lo que hoy ella lee con fervor.
Lobo Apócrifo: ¿Eso?; verdadero amor
es verles y callarme,
ante fuerte empalme
de personalidades que son dolor.
Lobo Cuentista: Si a eso llamas amor,
te digo que yo por ella lobo soy;
pues como Orfeo todo lo doy,
sin olvidar mi error.
te digo que yo por ella lobo soy;
pues como Orfeo todo lo doy,
sin olvidar mi error.
Lobo Apócrifo: ¿A eso consideras amor?
yo por sus corazones, como Calisto,
callé al verles en otro proceso;
y así prefiero en otra constelación verlos sin temor.
yo por sus corazones, como Calisto,
callé al verles en otro proceso;
y así prefiero en otra constelación verlos sin temor.
Lobo Cuentista: Amor y sinceridad es el amor,
te lo dice el cuentista del bosque
que por sus latidos flores busqué
para que sus mejillas se movieran por clamor.
te lo dice el cuentista del bosque
que por sus latidos flores busqué
para que sus mejillas se movieran por clamor.
Lobo Apócrifo: ¡Esto es el colmo traidor!,
¡es que no entiendes a quiénes,
por clamar a tonos diferentes
son aventados al hielo del ardor!
Matarte es mi deber sin temor,
así, ni el paso del tiempo detendrá
que yo me postre para siempre allá
en donde, las cadenas no oprimen,
y por mí, el verdadero lobo aclamen;
¡prepararte a morir debes, pues no regresarás!
¡es que no entiendes a quiénes,
por clamar a tonos diferentes
son aventados al hielo del ardor!
Matarte es mi deber sin temor,
así, ni el paso del tiempo detendrá
que yo me postre para siempre allá
en donde, las cadenas no oprimen,
y por mí, el verdadero lobo aclamen;
¡prepararte a morir debes, pues no regresarás!
(El Lobo Apócrifo toma del cuello al Lobo Cuentista. El Lobo Cuentista
comienza a sangrar debido a la presión que ejerce el Apócrifo sobre su cuello. FIN
DE LA JORNADA SEGUNDA)
JORNADA
TERCERA
(El lobo Apócrifo hace desangrar poco a poco al Lobo Cuentista; éste último está a punto de morir, cuando en ese momento, de entre nubes iluminadas por auroras celestes, Venus baja. Todos entonces voltean a ver a la Diosa.)
Venus: ¡Aguardad, sangres de tinta!,
pues es colmo y vergüenza
que a la muerte anteceda la venganza,
ya que ambos hermanos son conocidos por las ninfas.
Es hora que más se aclaren las cosas,
pues ambos con extrema vileza
decidieron pelear, sin su amor ver en andanza;
por ello la correcta persona se revelará ante sus caras.
Yo, por Marte amada y aclamada, por no decir más,
he decidido traer a quien por una letra
se le conoce y se le ama con afán.
Así, quien verdadero lobo sea, amará
a la que entre corales nazca como primera,
pues similar a mí, en pintura figurará.
pues es colmo y vergüenza
que a la muerte anteceda la venganza,
ya que ambos hermanos son conocidos por las ninfas.
Es hora que más se aclaren las cosas,
pues ambos con extrema vileza
decidieron pelear, sin su amor ver en andanza;
por ello la correcta persona se revelará ante sus caras.
Yo, por Marte amada y aclamada, por no decir más,
he decidido traer a quien por una letra
se le conoce y se le ama con afán.
Así, quien verdadero lobo sea, amará
a la que entre corales nazca como primera,
pues similar a mí, en pintura figurará.
(Cubierta por su
cabello en gema inmaculada, tomando su pecho con su mano y apareciendo encima
de un coral, aparece A, quien es al tiempo tapada por Venus.)
A: ¡Detener la pelea ambos!,
yo conozco al que en amores arde por
mí,
pues él es quien un día me exclamó: “vivo por ti”,
provocando únicos pensamientos y tantos suspiros.
Por tanto, tocaré al corrupto quien sin sollozos
ostenta coronarse como querubín
que finge haber logrado mis mejillas mover con fin,
sin siquiera haberse postrado ante mí con nervios.
Así, al sentir mi mano,
él se evaporará junto con sus sentimientos,
y no volverá aquel mentiroso sin antes ser humano.
Mi hechizo cruel llevará tantos lamentos
y, de no encontrar el amor en los vientos,
creará su existencia con lágrimas putrefactas un pantano.
pues él es quien un día me exclamó: “vivo por ti”,
provocando únicos pensamientos y tantos suspiros.
Por tanto, tocaré al corrupto quien sin sollozos
ostenta coronarse como querubín
que finge haber logrado mis mejillas mover con fin,
sin siquiera haberse postrado ante mí con nervios.
Así, al sentir mi mano,
él se evaporará junto con sus sentimientos,
y no volverá aquel mentiroso sin antes ser humano.
Mi hechizo cruel llevará tantos lamentos
y, de no encontrar el amor en los vientos,
creará su existencia con lágrimas putrefactas un pantano.
(Así, A se acerca rápidamente para tocar al impostor, quien resulta ser
el Lobo Apócrifo; éste, al ver que A se acerca a él, impide contacto alguno de
la mano de ella con él. Entonces, el Lobo Cuentista entierra sus garras en el
pecho del Apócrifo al ver que el impostor trataba de atacar a A.
Venus, al ver esto, envuelve en llamas al Apócrifo, así, A finalmente logra tocar el hombro de éste ser y poco a poco, en medio de las llamas, su cuerpo se evapora lentamente mientras se ve un color rojizo salir de entre el fuego y que impregna un olor de sangre al aire, pues esta es la que se ha evaporado.
Al evaporarse por completo el Apócrifo, Venus desaparece. El Lobo Cuentista intenta acercarse a A, pero ella poco a poco se va desvaneciendo mientras sostiene la mirada al Lobo Cuentista.
Cuando al fin desaparece A, todo el escenario se ilumina esplendorosamente, en el momento en que la luz se acaba y se vuelve a mostrar el lugar, no hay rastro de A; entonces, el Lobo Cuentista, tomando su cuello que sigue sangrando, se inclina a tomar las lágrimas que A soltó al momento de verle, y que Venus, al observar tal profundo sentimiento, convirtió en zafiros resplandecientes.
El Lobo voltea a ver un punto en el cielo que el mismo zafiro, combinado con la luz de la Luna, indicaron para mostrar el lugar en donde se encuentra el Parnaso, mismo en donde se encuentra A esperando a ser amada hasta allá.)
Venus, al ver esto, envuelve en llamas al Apócrifo, así, A finalmente logra tocar el hombro de éste ser y poco a poco, en medio de las llamas, su cuerpo se evapora lentamente mientras se ve un color rojizo salir de entre el fuego y que impregna un olor de sangre al aire, pues esta es la que se ha evaporado.
Al evaporarse por completo el Apócrifo, Venus desaparece. El Lobo Cuentista intenta acercarse a A, pero ella poco a poco se va desvaneciendo mientras sostiene la mirada al Lobo Cuentista.
Cuando al fin desaparece A, todo el escenario se ilumina esplendorosamente, en el momento en que la luz se acaba y se vuelve a mostrar el lugar, no hay rastro de A; entonces, el Lobo Cuentista, tomando su cuello que sigue sangrando, se inclina a tomar las lágrimas que A soltó al momento de verle, y que Venus, al observar tal profundo sentimiento, convirtió en zafiros resplandecientes.
El Lobo voltea a ver un punto en el cielo que el mismo zafiro, combinado con la luz de la Luna, indicaron para mostrar el lugar en donde se encuentra el Parnaso, mismo en donde se encuentra A esperando a ser amada hasta allá.)
Palacio de Bellas Artes/Ciudad de México