miércoles, 4 de julio de 2012

Ga ga... ja ja

Creías que yo era eterno,
que yo era un dulce niño.

Creías que conmigo se borraba tu pasado,
que podías hablarme con cualquier tono.

Pensabas que podías controlar mis gustos,
que por ti Ga ga... ja ja, iba a tener los tuyos.

Pensabas que yo tenía que hacer todo,
cuando, la verdad, detestaba hacer eso.

Estabas seguro que conmigo toda la vida estarías,
porque te mostré mi personalidad más bella.
Y no, eso no era así,
yo ya sabía cuál era mi destino.

Creíste que tus enojos
yo los tenía que soportar
y sonetos dedicarles a ellos,
pero no, yo no le escribo al melodrama.

Y yo creía que eras tranquilo,
que aunque tú con Ga ga... ja ja,
podíamos complementarnos
y poder crear otro mundo.

Pero no fue así, no eras lo que pensé;
nadie lo es, pero contigo estaba seguro
que podría encontrar el cielo,
y encontré algo peor que el infierno.

Te idealicé
y con el tiempo tu carácter
y tus llantos,
se volvieron fastidio
en vez de sentimientos puros.

Y Ga ga... ja ja, 
no tuve otra alternativa
que asesinarte
y de la torre más alta empujarte.

Tuve que hacerlo,
quería hacerlo.

Caíste y Ga ga... ja ja,
sonreí y sentí
que volvía a vivir.

Y aunque otros brazos te abracen,
a mí Ga ga... ja ja, me queda satisfacción
que en mis sentimientos te asesiné.

Te asesiné,
te asesiné,
te asesiné,
te asesiné.
Ga ga... ja ja, 
ja ja... Ga ga, 
te asesiné
y nunca resurgiste.

Ga ga... ja ja,
ja ja... Ga ga
¡Yo te asesiné!




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