domingo, 1 de junio de 2014

Tú y yo y tuyo

Hace tiempo que los poetas
a sus amores grababan un nombre;
no hace tanto que vi tu mirada beata
que ha hecho que mis lágrimas tengan su cumbre.

¿Cómo hacer de tus ojos poesía alta
si aún somos tú y yo, mi hombre,
y no me dejas ser tuyo en un altar
donde sin temores nuestro amor se celebre?

No importa, mis áureas palabras volarán
a tus labios aún intactos por el amor,
y ellas tu nombre en mil maneras cantarán.

Yo moriré por las llamas que acabarán
con mi sentimiento que se consume en humor,
y entonces el mar de mi dolor se olvidará.

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