martes, 20 de noviembre de 2018

Con certeza la pluma escribe mi nombre
tan sólo mi nombre
en la inmensidad blanca de la piel.

Un solo nombre que aún cree
que el tenerte no significa verte,
que el verte no es mi muerte
y que mi muerte no es no quererte.

Aquí estoy, solo entre las letras.
Veme danzar con las palabras
llenando la hoja con mis deseos.
Ésta es mi máxima:
soy yo con la plenitud de mi alma.

Incluso si la tinta se gasta,
mi nombre se ha de poner
mil veces sobre el viento, sobre el fuego,
en las estrellas y en mi cuerpo.
No pidas que sea clemente con tu recuerdo
porque nuevamente he volteado a mi centro.

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