domingo, 19 de febrero de 2012

Eres intacto, 
eres lejano,
eres incluso, imposible;
mas para mis palabras
eres todo, menos inalcanzable.


Sonará esta composición
como un atrevimiento o locura;
y no te culpo de pensar esto,
pues si a mí un desconocido,
de la nada me escribiera algo,
moriría de la extrañeza y más aun, del miedo.


Pero semejante a como los trovadores
a las doncellas apenas conocidas
les dedicaban letras más que hermosas;
yo a ti, hombre de la moda,
y humano gustoso de la buena vista,
te dedico humilde poema
y sinceras palabras de sentimiento.


Que has de saber:
a tu figura yo admiro,
y de tu cuerpo, semblante y vestimenta,
yo encontré a Dios laudatorio,
y caro humano de mi corazón.


Repito estimado mío,
no tengas temor,
pues no soy estafador;
sólo soy otro admirador
que desea hacer mención
de tu carisma enternecedor. 


Sea mi escrito una forma
para que las letras vuelen,
ya que probablemente,
yo muera sin poder conocerte.


Confío en que estas palomas
a ti llegarán algún día;
y de alguna forma también tengo esperanza
a que en lejano o cercano tiempo, una respuesta
salga también de tu linda boca.

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