En mi día estás,
esa es la
única realidad.
Necesito de tu
andar
para ir por ti
detrás.
Ya no creo en
religiones,
ni en supersticiones;
porque tú eres todo eso
y mucho más.
Tú, cariño, eres mi única verdad.
La noche soy yo
y el día eres tú.
Y cuando me abrazas con pasión
el eclipse de nuestro amor
se convierte en fuego y ardor.
Yo sé bien que distantes estamos,
que en tu corazón aún no mando;
mas una cosa te aseguro:
de mis latidos
tú eres el único amo.
La noche soy yo
y el día eres tú.
Y cuando me abrazas con pasión
el eclipse de nuestro amor
se convierte en fuego y ardor.
Ven entonces con ilusión
para que a mi cuerpo acabes de elevar,
que yo sin dolor no sé estar.
La noche soy yo
y el día eres tú.
Y cuando me abrazas con pasión
el eclipse de nuestro amor
se convierte en fuego y ardor.
Yo sé lo tanto que te deseo,
tú sabes lo tanto que te emociono,
ambos sabemos que nos queremos,
pero el amor no termina
por entendernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario