viernes, 8 de junio de 2012

Mi amor en peligro


Desde esa tarde nublada, los grillos cantaban menos de lo debido para mí. Ese día se rompió cada ilusión que existía en mi pensamiento porque me habías abandonado, porque desechaste lo que habíamos construido, y lo peor, fue que lo mandaste al último rincón de tu alma. Yo, como todo buen amante de tu olor, te recordé, te extrañé, te añoré; sin embargo, jamás volviste a mi, y aunque la oportunidad estuvo tan cerca (como la luna lo está), jamás se volvieron a alinear nuestros planetas.
Y después que dejaste mi cuerpo ciego en medio del bosque sin luz, yo me levanté y caminé, entonces noté que había un olor especial en el aire, era un olor que me hacía entender que el amor me había dejado, es decir, ¡que ya no te iba a tener junto a mi! Eso ya lo sabía, y por eso, mi fe murió de la manera mas cruel posible, pues la arranqué de mi piel, porque debía entender que los lugares que pisamos ya nunca nos iban a ver juntos otra vez. Por eso, rebotar y volver a sentir lo mismo ya no era una opción para mí.
Entonces me aventé al vacío, y así, caí y rompí todo mi pasado a tu lado, después me arrinconé en la soledad y en la oscuridad, y no salí por días, haciendo que mi orgullo llenara mi jarro excitante de sexo. Sabía que tú estabas con otra persona, feliz y con una sonrisa que sólo me regalas a mí ¡Entonces tus malditos besos y ojos cerrados ya no pertenecían a mis labios grises!.. Ahora eran para alguien que te da lo que yo no te dí. 
Cada despertar era lo mismo: tratar de olvidarte para recordarte dos segundos después. No era capaz de quitarme de la mente tantas bellas imágenes de ambos, y por eso tiemblo cada que tomas presencia en mi pensamiento. Pero mira qué fácil es decirlo en tiempo pasado, cuando sé, y no lo niego, que ahora sufro por ti. Y hay arenas que me están ahogando poco a poco, y aunque intenté quedarme quieto, sin moverme, sin gritar ¿sabes qué pasaba? Más me ahogaba en mi cubo de picos ya sangrado. 
Mis ojos están caídos, mi boca tiene un aspecto desértico y sin sabor, mi cuerpo extraña tu anatomía, y mi cerebro sólo pregunta por ti, y yo nada más le respondo "Calla, sólo muere lentamente". Estoy pasando la soledad más fuerte y explosiva en mí, he soportado las risas de otros, y peor aun, mis propias risas. Todos mis amigos tienen su cada cual, cuando yo antes te presumía como a un nuevo mundo. Y caigo en la decepción diaria, en las lágrimas que quedan solas en el piso, sigo atrapado en una ilusión cíclica que me hace pensar que algún día te sustituiré; y al final, acabo dándome cuenta que mi esposa eterna es la soledad. Así es, me he comprometido con la muerte, entregué mi anillo al color negro y me casé con las heridas de mi alma. Cada milésima que pasa pienso en superarte, pero cada segundo muere y queda en la historia, y entonces sólo sirvió para razonar que yo ya no tengo a nadie, y creo que nunca te tuve, pues ¡Nunca te gocé de verdad! 
Ahora ya estás enterado de mi estado. Veme, entiéndeme, miénteme en que me recuerdas y aún me amas. Aunque el valle de corazones que dibujamos ya se haya quemado todo, puesto que lo explotamos y desgastamos su tierra, y por eso ahora, ahora soy un cadáver de color transparente, y sólo yo sé lo que quiero, y lo que quiero es a ti.
Este es mi lamentable caso, aún sigo teniendo la absurda esperanza de esperar o esperarte, cuando lo único que me he enterado en todo este tiempo es que, en serio, en la inundación de nuestra sangre coagulada, tengo el sabor y la sensación de que mi amor ya está en peligro de extinción. 


"Nuestra flora y fauna se volvieron soledad y lluvia ácida"

No hay comentarios:

Publicar un comentario