viernes, 18 de enero de 2013

Y como el Sol vio que esta historia era muy esplendorosa, mandó que yo escribiera en este libro unos versos que dicen así:

Bien puedes por un momento reír,
bien puedes por un momento abandonar,
bien puedes por un momento disfrutar;
pero no puedes del sufrimiento escapar.

Tú por ahora vivirás el momento,
olvidando lo que mis versos dieron
y lo que mis acciones ofrecieron;
pues un corazón impuro llevas por dentro.

Yo, que tranquilo, (aunque dolido),
me muestro todos los días,
nunca olvido que la fortuna
sube y otras veces baja.

De ella ni del dolor escaparás,
su esencia es natural en esta vida;
por eso, ni el más poderoso o despechado
se salva de caerse y no poderse levantar.

Para cuando te suceda eso
a mí la fortuna en punto medio me tendrá:
ni pensándote ni escribiéndote un verso;
sino teniéndote en el olvido para no verte más.

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