jueves, 1 de diciembre de 2011

Esperanza de un ser futuro,
al cual las ramas de mi literatura sostenga,
y le digan
que yo necesito de su presencia.

Esperanza por alguien correspondido.
Quiero que en su cama inventemos la vía lactea,
donde la desnudez tenga lugar en la pupila de nuestros ojos
y esa luna que nos vigila, sea testigo de nuestra unión.

Esperanza de una persona que me acompañe a todos lados;
y todos esos lados, se conviertan en un lado, dentro de un lago,
donde el tiempo transcurra con su paso y sin medición,
para así poder meditar en una posición de amor.

Esperanza de que el cariño socorra mi dolor;
pues su divinidad ya he logrado comprender,
sin embargo, si la oscuridad de la luz me dice no,
entonces esa esperanza sólo quedará plasmada en mi piel.

Esperanza de estar juntos.
Quiero que al vernos lloremos por ese momento,
en donde la chispa de nuestra felicidad esté por siempre
en un espacio donde la soledad se enrede eternamente.

Esperanza de romper el muro de su recuerdo,
porque aunque él blindó mi rostro de maquillaje humilde,
la lluvia derramó el petróleo de su instinto al suelo,
donde el silencio se volvió una melodía del pasado.

Esperanza para acabar con su bella cara
¡Y con su perfecta persona!
¡Y con sus detalles tan emblemáticos!
¡Por esa felicidad que fue una en uno!

Esperanza de que me abrazen sin remordimiento,
de que al fin las palmas de alguien se unan a mi corazón;
porque después de tanto escribir,
mis manos, mis bellas manos, han creado su propio pensamiento.

Esperanza contempla el amor que llegará,
vive amarga sin detener mi propio paso,
espera y disfruta la cara de la verdad,
que se rompe como un espejo y revela mil secretos más.

Esperanza de un verso sin final,
de una frase compuesta, pero que se vuelva palabra.
Y que cuando algo se empieza a acabar
cada quien decida un camino para viajar y no volver a amar.



"La esperanza es sinónimo de sed, alimento, amor y sexo en mi solitario corazón"


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